HOUSTON, EU., febrero 5 (EL UNIVERSAL).- Todo se reduce a este día. A un partido de 60 minutos que consumirá el último esfuerzo de toda una campaña. Centímetro a centímetro, yarda a yarda, Patriots de Nueva Inglaterra y Falcons de Atlanta van por la gloria del trofeo Vince Lombardi.
Han transcurrido 256 encuentros de temporada, 10 de Playoffs y decenas de hechos dentro y fuera del campo que se hicieron historia.
Después de dos semanas sin futbol americano, bienvenidos a Houston, sede del Super Bowl LI, recinto de la inmortalidad para el ganador y olvido para el perdedor.
Con 39 años de edad, Tom Brady disputará su séptimo partido por el campeonato de la NFL. El tiempo es el único invicto en el deporte. Ha vencido a todos y eso lo sabe el quarterback de los Patriots, que tiene un compromiso con su equipo, pero también con su legado. Una victoria en el NRG Stadium aclarará las dudas respecto a quién es el mejor pasador en la historia de la Liga.
Nueva Inglaterra es favorito por tres puntos. La experiencia de Bill Belichick marca la diferencia en los apostadores, que vislumbran un tiroteo ofensivo, a pesar de que en escena estará la mejor ofensiva (Atlanta), contra la mejor defensiva por puntos (Nueva Inglaterra).
En cuatro ocasiones de las cinco que se han suscitado, la organización con la mejor defensa se llevó la victoria.
La ofensiva de los Falcons fue líder de la NFL con 540 puntos anotados. Su quarterback Matt Ryan el gran artífice del performance de los Falcons que tienen seis triunfos consecutivos en los que mantienen una racha de al menos 33 unidades por cada uno de estos juegos.
Mantener esa afluencia de puntos será complicado contra Nueva Inglaterra. El departamento del coordinador Matt Patricia fue líder al aceptar la menor cantidad de puntos por partido con 15.6.
Ryan fue nombrado anoche como el Jugador Más Valioso de la temporada. La mala noticia para él y los Falcons es que en los últimos 10 años, el ganador del MVP ha llegado al Super Bowl en cuatro ocasiones, pero nunca ha ganado el Vince Lombardi.
Los Falcons impusieron un récord de la NFL con ocho partidos en fila en los que han anotado en su primera serie ofensiva. Terminaron la primera mitad promediando 21.5 puntos.
Pero esto no asusta a Nueva Inglaterra, que permitió apenas 19 yardas en promedio en el primer ataque de sus rivales.
Ryan completó al menos 70 por ciento de sus pases ocho veces en la campaña; de hecho, en Playoffs ha completado 70.7% de sus envíos.
Julio Jones es el receptor favorito de Matt Ryan; sin embargo, las múltiples armas que tienen los Falcons tendrán que aparecer en escena, pues los Patriots suelen anular al mejor receptor. En la campaña, sólo cuatro jugadores sumaron 100 o más por recepción en un partido contra Nueva Inglaterra.
En los grandes partidos los pequeños detalles marcan la diferencia. Y eso Atlanta lo refleja en su nula entrega de balones durante los Playoffs. Enfrente los Patriots ha provocado al menos dos robos de balón en siete de sus más reciente ocho encuentros.
A diferencia de otros Super Bowls, esta vez Tom Brady llega al juego por el título apoyado de un sólido ataque terrestre.
Nueva Inglaterra terminó como la cuarta mejor ofensiva por tierra de la NFL al promediar 117 yardas por partido. El corredor titular es LeGarrette Blount, quien impuso un récord de la franquicia con 18 carreras de touchdown, en una campaña en la que sumó mil 161 yardas.
Pero, al igual que la de los Falcons, esta es una ofensiva que es 70 por ciento pases.
Tom Brady y los Patriots buscan su quinto anillo de campeón, Matt Ryan y los Falcons el primero. La NFL quiere que el Super Bowl olvide una postemporada aburrida por los partidos que promediaron 17.5 puntos de diferencia.
Pase lo que pase, hoy el mundo del deporte estará con los ojos puesto en Houston, para el despegue del Super Bowl.