A consecuencia de la serie de empujones que intercambiaron en la conferencia de prensa del miércoles, hoy no habrá frente a frente entre Deontay Wilder y Tyson Fury.
El mayor atractivo que tenía la ceremonia de pesaje de la pelea por el cinturón de los completos del Consejo Mundial de Boxeo se esfumó, luego de que la Comisión Atlética de Nevada pidiera que se cancelara el tradicional careo.
Los dos gigantes se pararon frente a frente y comenzaron una serie de insultos que se extendió a los empujones, obligando a la seguridad a intervenir para separarlos.
La decisión marca un precedente en el boxeo, pero fue apoyado por los promotores. “Si esta pelea depende de un cara a cara para venderla, no hemos hecho nuestro trabajo”, declaró Bob Arum, dueño de la promotora Top Rank.
El estadounidense Deontay Wilder y el británico Tyson Fury se encuentran a un día de su pleito de desempate, que podría decirse es la más grande e importante de la categoría de los pesados desde que Lennox Lewis destruyó a Mike Tyson hace 18 años en Memphis. Wilder y Fury empataron en diciembre de 2018.