CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 23 (EL UNIVERSAL).- En el partido del lunes pasado, entre los Texans de Houston y los Raiders de Oakland, se vivieron más puntos positivos que negativos. El ambiente del público dejará una huella en los ejecutivos de la NFL.
“La hospitalidad es la llave que mantendrá a la liga en México”, afirmó Chester Pitts, ex jugador de los Texans.
“En cinco días que estuve me trataron como en una alfombra roja. Quedé muy impresionado”. En charla con EL UNIVERSAL, el ex liniero ofensivo dijo que la atención que tuvieron los mexicanos con los jugadores y staff de los equipos será tema de conversación en las oficinas en Nueva York.
“Aquí [en México] la gente es dulce y amable en cada lado al que fui. Visité como siete restaurantes y caminé por las calles de Polanco y lo único que recibí fue amabilidad”, expresó Pitts con una sonrisa en el rostro. Acerca del láser, el ex profesional se mostró muy sorprendido. “Lo noté, pero no sé qué fue. Eso no me gustó nada”.
Explicó que eso no sucedería nunca en un encuentro a nivel profesional y que las oficinas de la NFL en el país deberán de cuidar mucho en los próximos años. Sin embargo, no se preocupa que eso detenga más encuentros en tierras mexicanas.
“El Estadio Azteca, a pesar de los 50 años que tiene, es muy funcional para un partido de esta categoría. Puede aguantar muchísima gente, es increíble. La gente en la NFL estará muy contenta de ver el resultado en las ganancias de los boletos y el consumo, no en todos los partidos vienen 76 mil personas. De verdad, espero que la liga siga trayendo juegos a la Ciudad de México”.
El originario de California opinó que probó la mejor comida. “Comí tacos, tacos de verdad. De esos con la tortilla chiquita… ¡tacos al pastor! Una delicia. Con cilantro y poco de cebolla es todo lo que necesitas”.