CIUDAD DE MÉXICO, enero 7 (EL UNIVERSAL).- Los dos partidos que disputarán los Suns de Phoenix en la Ciudad de México servirán para que crezca la afición de la franquicia.
“Creemos que es una oportunidad fantástica para adquirir fanáticos mexicanos”, dijo el profesional Tyson Chandler.
El basquetbolista expresó que los juegos en la capital funcionan para ambas quintetas. “Es importante que la NBA traiga a sus equipos porque es una oportunidad única para muchos aficionados de vivir una experiencia así”.
En teleconferencia, Chandler confesó su entusiasmo por visitar el país, se proclamó amante de la comida mexicana y, sobre todo, de los tacos callejeros. “Estoy muy emocionado. Será un gran evento”.
Los Suns tendrán dos pruebas difíciles las próxima semana en la Arena Ciudad de México. Primero, se enfrentarán el jueves ante los Mavericks de Dallas, del alemán Dirk Nowitzki. “Dirk es un gran amigo mío”, platicó Tyson. “Es un ejemplo para todos. Cuando se retire, quedará como uno de los mejores en la historia de este deporte”.
Y, el sábado, se verán las caras contra Spurs de San Antonio, segundo lugar de la Conferencia Oeste.
Phoenix tiene una sequía de seis temporadas sin Playoffs y, este año, pinta para ser el séptimo. Con una marca de 12-25, es decimotercero en la tabla del Oeste; sin embargo, el campeón olímpico en Londres 2012, con esperanza, ve un brillante futuro para el equipo. “Tenemos muchos jugadores jóvenes que son una gran promesa”.
La edad promedio del conjunto es de 24.93 años, lo que ocasiona que Chandler, de 34 y con un campeonato de la NBA, sea el líder de los Suns. “Lo veo como un desafío”, comentó. “Porque en esta liga es importante cobijar a las nuevas generaciones y poder otorgarles un aprendizaje”.
Tyson se convirtió en profesional a la corta edad de 19 años; fue seleccionado por los Bulls de Chicago en 2001, mas tras cinco campañas, buscó suerte en los Hornets (hoy conocidos como Pelicans) de Nueva Orleans y después en los Bobcats de Charlotte. En 2010 firmó con los Mavericks, equipo con el que logró el título de campeón ante el poderoso Heat de Miami, que, en ese entonces contaba con LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bush.
En 2015 llegó a un acuerdo con los Suns, donde se ha convertido en un mentor para los jóvenes.