El Universal
En los años más recientes, a los peloteros mexicanos se les ha complicado formar parte de los equipos de Grandes Ligas desde el inicio de la temporada. El último novato en conseguir un puesto desde el arranque de la campaña fue el pitcher mazatleco Walter Silva, en 2009, con los Padres de San Diego.
Desde entonces, los mexicanos que logran acceder a la Gran Carpa del beisbol, lo hacen luego de jugar en la categoría Triple A en Estados Unidos o ya con antecedentes en la MLB.
El problema al que se enfrentan los peloteros nacionales inicia desde el campamento de primavera o ‘Spring Training’, donde son evaluados por diferentes mánageres, pero la mayoría no cumple con las expectativas.
Benjamín Gil, ex pelotero de Grandes Ligas y hoy mánager de los Tomateros de Culiacán, cree que la baja de connacionales en Estados Unidos es debido a que los scouts ligamayoristas consideran a peloteros de otras latitudes con mejor formación que la de los mexicanos.
«Se debe a que en EU se está viendo mucho más al jugador cubano y al asiático. Hay muchos más jugadores de Japón, de Corea, de China, de Taipei. Incluso República Dominicana y Venezuela están ahora en un apogeo. Hay muchos venezolanos», afirma Gil.
Por su parte, el ex serpentinero tijuanense Jorge Campillo, quien debutó en 2005 con los Mariners de Seattle -año en el que más mexicanos (22) jugaron en las Grandes Ligas- externó que los peloteros tricolores, a diferencia de los caribeños o los asiáticos, aún adolescen en la fortaleza mental.
«En el pasado, todos los que llegábamos [a la MLB] lo hacíamos con puro talento y los equipos nos ayudaban a trabajar en lo mental y en lo físico. En la actualidad se preocupan por cazar a los jóvenes desde los 13 años, entonces, ya no es atractivo el mercado mexicano, porque no están preparados. Ya no basta sólo el talento [sobre el diamante], ya quieren llevar gente más hábil mentalmente y que puedan enfrentarse y adaptarse a situaciones diferentes y separarse de sus familias», dijo Campillo, quien ahora es director deportivo de los Toros de Tijuana de la Liga Mexicana de Beisbol.
«Ahora, lo que nos queda a nosotros como organizaciones de México es atacar esa área, y mandar a Estados Unidos a jóvenes ya casi listos en todas sus áreas, físicamente preparados y mentalmente también», agregó Campillo.
Para Plinio Escalante, presidente de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), tan sólo se trata de un proceso natural de maduración del pelotero.
«Esto es muy sencillo. Lo que pasa es que las Ligas Mayores ya se inclinan por emplear a los jugadores jóvenes y ya no a los jugadores formados, contrario a su política anterior. Esto lo hacen con la finalidad de ellos mismos moldearlos en sus sucursales».
Inicia el ‘Spring Training’. El primer día de trabajo en el ‘Spring Training’ 2015 abre con sólo 10 beisbolistas mexicanos con contrato asegurado; siete se ubican en el roster de 40 hombres y siete más lograron una invitación.
El año pasado, el infielder Ramiro Peña era dueño de un contrato ligamayorista con los Braves de Atlanta y ahora acudirá a Peoria, Arizona, con la misión de obtener el puesto de ‘utility’ en los Padres de San Diego.
Hace 10 años, cuando Peña se convirtió en prospecto para los Yankees de Nueva York, el número de peloteros de México en las prácticas primaverales de 2005 era de 33 elementos: 22 lanzadores, cuatro receptores y siete jugadores de campo.
De los que tendrán actuación en el ‘openning day’ de 2015, cuatro lo harán posiblemente como pitchers abridores: Yovani Gallardo, Miguel González, Jorge de la Rosa, Marco Estrada y Jaime García.