Por primera vez desde 2004, Ben Roethlisberger no forma parte de la rivalidad Steelers-Browns, un enfrentamiento que el quarterback nacido y criado en Ohio dominó durante 18 temporadas, y ahora verá como todos los demás.
Esta noche, Mitch Trubisky hace su debut en una de las peleas más feroces en la NFL.
Y una segunda aparición no está garantizada.
Luchando por conectarse con los receptores de Pittsburgh, Trubisky —elegido como titular en el campamento de entrenamiento sobre el novato Kenny Pickens— puede intentar hacer algunos pases profundos cuando los Steelers (1-1) visiten a unos Browns (1-1) que aún se recuperan de un colapso épico, en su primer partido en casa.
Trubisky ocupa el puesto 32 en yardas por intento, una de varias estadísticas preocupantes para él después de sólo dos juegos, lo que quizá es un reflejo de que el jugador de 28 años de edad es más un administrador de juegos que un factor de cambio.
Aún así, Trubisky —quien creció en el noreste de Ohio, pero nunca estuvo particularmente interesado en los Browns— confía en que pronto comenzará a dar resultados.