Al igual que la de Germán Sánchez, subcampeón en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la medalla de plata obtenida en los 20 kilómetros por la andarina Guadalupe González también ha sufrido un importante deterioro de agosto a la fecha.
En una fotografía compartida por su equipo de trabajo se pue-de notar que el metal ya no luce tan reluciente como aquel 19 de agosto de 2016, cuando la mexiquense se convirtió en la primera medallista mexicana en su especialidad.
Germán atribuyó el desgaste al uso que le da a su presea, pues en ocasiones deja que la miren los niños para inspirarse. En cambio Lupita, quien hace un par de semanas se convirtió en bicampeona panamericana, rara vez la saca de su estuche y aún así, su presea luce maltratada.
Esta no es la primera vez que las medallas se convierten en tema de conversación, pues en 2011, las que se entregaron en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, se despintaron.
El comité organizador de los Olímpicos de Río atribuyó al “manoseo” y a la capa de barniz la oxidación detectada en más de un centenar de medallas entregadas a varios atletas .
“La oxidación es por manoseo” y por el “poco cuidado con las medallas” de algunos atletas, dijo hoy el director de comunicación de Río 2016, Marío Andrada.
Las medallas “o caen en el suelo o chocan, y con ello se rompe el barniz y aparece la oxidación”, agregó.