Ron Rivera, entrenador en jefe de Washington, superó ayer los Cowboys de Dallas y hoy al cáncer.
Después de aplastar 25-3 al equipo de la estrella solitaria, el coach recibió su último tratamiento para combatir esta enfermedad y fue despedido del hospital entre aplausos.
Rivera informó en agosto que padecía cáncer y que completaría un tratamiento de siete semanas, mismo que concluyó esta mañana, al recibir una última quimioterapia y un tratamiento de protones. A partir de ahora, sólo tendrá que seguir con consultas y escaneos.
Esta semana, Washington tendrá su descanso, lo que permitirá a Rivera estar tranquilo, rumbo a la segunda mitad de la campaña, en la que su equipo marcha 2-5, pero todavía con aspiraciones de Playoffs por lo débil que está la División Este de la Conferencia Nacional.