La leyenda del golf Tiger Woods conducía a una velocidad «peligrosa» de 140 km/h, más del doble del límite autorizado, cuando sufrió el accidente automovilístico en California en febrero pasado, anunció este miércoles el sheriff del condado de Los Ángeles.
El vehículo del golfista estadounidense de 45 años, quien se encontraba solo, se salió de una ruta y dio varias vueltas en un tramo de carretera descendente y sinuoso en Ranchos Palos Verdes, en las afueras de Los Ángeles.
Tiger Woods sufrió graves heridas en la pierna derecha por las que fue operado de urgencia. «El principal factor causal de esta colisión de tráfico fue conducir a una velocidad insegura para las condiciones de la carretera y la incapacidad para sortear la curva de la calzada», afirmó Alex Villanueva.
«Las velocidades estimadas en la primera área el impacto fueron de 84 (135 km/h) a 87 millas (140 km/h) por hora», agregó. No se encontraron «señales de deterioro» o indicios de «conducción distraída», y Woods autorizó voluntariamente que se hicieran públicos los resultados de la investigación, dijeron los funcionarios.
Tiger Woods podría haber pisado sin querer el acelerador cuando trataba de accionar los frenos tras perder el control del auto, valoró el capitán James Powers, pese que el golfista no consigue recordar lo ocurrido.
Los investigadores no inspeccionaron su teléfono ni le hicieron análisis de sangre, porque «no había pruebas de deterioro o intoxicación», agregó Powers en la conferencia de prensa. El golfista se sometió a una extensa operación en el Hospital Harbor-UCLA, debido a múltiples fracturas abiertas en su pierna derecha que requirieron su inserción, una varilla de metal en la tibia y tornillos para fortalecer los huesos del pie y el tobillo.
Actualmente continúa con su largo período de recuperación en su casa de Florida. Al momento del accidente Woods, que tiene 82 títulos de la PGA y compiten con los de Sam Snead por hacerse con el récord de victorias de todos los tiempos, ya estaba encarando un proceso de recuperación de una quinta intervención quirúrgica en la espalda.
El accidente, que genera dudas sobre su futura carrera como jugador profesional, fue el último capítulo dramático de la carrera de Woods, que lo vio dominar el mundo del golf durante más de una década antes de que un escándalo sexual en 2009 hiciera caer su juego.
Más tarde, se divorció de su esposa sueca Elin Nordegren después de que varias mujeres revelaron que habían sostenido relaciones con el golfista. En mayo de 2017, fue arrestado cerca de su casa en Florida por estar dormido al volante de su automóvil en un carril de tráfico. Woods dijo que había tomado medicamentos recetados y se declaró culpable de conducir imprudentemente.
Una serie de operaciones en su espalda dejó a muchos preguntándose si Woods alguna vez podría regresar a la cima de su deporte, pero completó un regreso de cuento de hadas con la victoria en el Masters de 2019 para hacerse con su 15° título de Grand Slam, tres menos que el récord de 18 de Jack Nicklaus.