Vaya desorganización y hasta manejo inadecuado de la información se vivieron durante el Abierto Mexicano de Tenis, sobre todo en los últimos días, esos en los que las acreditaciones para medios de comunicación se vuelven codiciadas y aparecen los reporfans, personajes que asisten al estadio con credencial de reportero, pero sólo van a pasearse y tomarse la selfie.
Entre las más de dos mil entradas para medios de comunicación otorgadas, varias fueron empleadas por productores, ejecutivos de televisoras y comentaristas, incluso exanalistas, quienes turistearon durante las finales, en las que no hubo tanto público.