Si eres aficionado a los Rays, toma la campaña como una continuidad del Spring Training, porque la novena de Tampa Bay poco podrá hacer en una división en la que Yankees y Red Sox podrían derrotarlos con equipo suplente.
Los Rays suman cuatro temporadas perdedoras y en diciembre pasado se deshicieron de Evan Longoria, el tercera base que pintaba para envejecer con el equipo.
Si para los Rays competir sin su piedra angular es más pesado que regresar al trabajo después de vacaciones, a eso súmenle que perdieron en la agencia libre al inicialista Logan Morrison, quien pegó 28 cuadrangulares el año pasado.
La reconstrucción es profunda en Tampa Bay al cambiar al derecho Jake Odorizzi a los Twins.
Carlos Gómez llega para aportar poder a la alineación como reemplazo de Stevan Souza en el jardín derecho. Es una amenaza con la fuerza de su bat y la velocidad al recorrer las bases. El año pasado se voló la barda 17 veces y robó 13 almohadillas, aunque no es el hombre que acostumbraba verse en Grandes Ligas y muestra de ello son los 4 millones de dólares que consiguió en su contrato.
Mientras, en la primera base C.J Cron tendrá la misión de suplir a Morrison. El inicialista viene de los Angels en un intercambio que se suma al de Denard Span, quien se ocupará del puesto de bateador designado.
Span y Christian Arroyo formaban parte del negocio de Longoria con los Giants de San Francisco.
Span ya no tiene el rango para jugar en el jardín central y probablemente no sea un titular diario con el velocista Mallex Smith esperando en las alas.
Arroyo, de 22 años, ha sido un excelente bateador de contacto en las menores (tenía un promedio de .396 en 91 turnos al bate de Clase AAA cuando los Giants lo ascendieron en abril pasado). Pero luchó en su primera prueba de las Mayores y tuvo su temporada terminada con una mano rota.
Uno de los objetivos para 2018 es tener una ofensiva más equilibrada y productiva. El año pasado, los Rays alcanzaron un récord de franquicia de 228 jonrones, el sexto mejor en las Mayores, pero se ubicaron en el puesto 25, con sólo 694 carreras, su sexta temporada consecutiva sin superar los 700. Eso incluyó un periodo seco histórico de ser excluido cinco veces en ocho juegos.
En cuanto al pitcheo, Chris Archer cargará con todo el peso. Tienen uno de los porcentaje de ponches más altos en Grandes Ligas, pero aun tiene que trabajar en su efectividad.