Los Rangers pasaron de ser los consentidos del diamante a segundones en el terriotorio de Texas.
Desde la sala de su casa, los peloteros, vestidos de azul y rojo, los colores más representivos en Estados Unidos, observaron como los Astros de Houston levantaron la corona de la Serie Mundial, después de que ellos fracasaron dos veces consecutivas (2010 y 2011).
La calles en el estado más grande de la nación norteamericana con una franquicia en Grandes Ligas se pintaron de naranja. La fiesta, los asados y las cervezas sirvieron para celebrar a José Altuve y compañía, mientras los Rangers todavía no saben lo que es ganar un título.
La novena texana se mudó desde Washington en 1972, con la intención de formar una dinastía digna, en una zona que se respira beisbol. La tradición de la pelota eleva muchas emociones y exigencias por parte de los aficionados.
La temporada pasada, los Rangers fracason en clasificar a los Playoffs. Un cuarto lugar en el Oeste de la Liga Americana fue indignante para muchos, después de que el equipo estuvo en postemporada dos años consecutivos.
La mayor debilidad de la novena está sobre el montículo. El japonés, Yu Darvish, hoy con los Dodgers de Los Ángeles, “abandonó” a Cole Hamels en la dupla dominante de la rotación texana que arrancó 2017.
El veterano Hamels, un zurdo estelar desde 2002, tendrá la misión de liderar a los pitchers de los Rangers, con una rotación de experimentados, además de un bullpen de lanzadores fríos en momentos importantes.
A la ofensiva, será Elvis Andrus la cara de la novena texana. El shortstop viene de un gran 2017, con 191 hits, 20 cuadrangulares y 88 carreras impulsadas.
El venezolano entra a su décima campaña en Grandes Ligas, todas con la misma franquicia, que ya le paga un salario de 15.25 millones de dólares por año. Requisito para mantener a la estrella en casa.
El coreano Shin-Soo Choo regresará al plato como el bateador designado. En los 544 turnos al bat que tuvo el asiático, concretó 142 imparables, 22 vuelacercas y 78 carreras impulsadas.
Estos dos nombres son las potencias en un ataque que intentará ser la fórmula por un boleto para los Playoffs de 2018, en caso que el pitcheo fracase.
El manager Jeff Banister, en su cuarta campaña al frente de los Rangers, mantendrá un sistema ofensivo. Que pone todavía más en evidencia la poca confianza que se tiene en el bullpen.
La gran competencia para Rangers serán los Mariners de Seattle y los Angels de Los Ángeles para buscar su pase a postemporada, ya que Astros todavía mantendrá su dominante nivel.
Houston se conviritió en el primer equipo texano en ganar una Serie Mundial y es uno de los favoritos para repetir, lo que ocasiona el ardor dentro de las venas de los Rangers.