Menos de una semana le ha tomado al equipo de la NFL con sede en Washington desmoronarse. En pleno cambio de nombre, se presentó un escándalo de mayor bulla al interior de la organización.
Quince exempleadas, según The Washington Post, aseguraron haber sido víctimas de acoso sexual durante el cumplimento de sus labores. Algunos de los señalados como responsables son ejecutivos de alto rango que, curiosamente, terminaron funciones recientemente.
Entre los presuntos atacantes está el exanunciador radiofónico de la franquicia, Larry Michael, quien esta semana presentó su renuncia. Además, los testimonios apuntan a Alex Santos, exdirector de personal y su exdirector adjunto, Richard Mann II, entre otros.
«(Las extrabajadoras) lloraron al darse cuenta de que su trabajo soñado en la NFL vino con lo que caracterizaron como acoso sexual implacable y abuso verbal que los altos ejecutivos del equipo ignoraron y, en algunos casos, aprobaron», describe el reportaje.
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Dan Snyder, propietario del club que por 97 años se denominó ‘Redskins‘, se negó a colaborar con la investigación y, de inicio, su nombre no fue involucrado, al menos no como ejecutor directo de las faltas referidas.
«Ninguna mujer acusó a Snyder o al expresidente del equipo, Bruce Allen, de comportamiento inapropiado con ellas, pero expresaron escepticismo de que los hombres no estuvieran al tanto del comportamiento alegado», detalla el Post.
La inocencia de dueño, sin embargo, no está garantizada. Su presencia es constante en las instalaciones de la organización y su ignorancia del tema parece poco probable, especialmente por el ambiente hostil que se ha denunciado.
«Culparon (a Snyder) de un departamento de recursos humanos corto en personal y de lo que consideraban una cultura de abuso verbal que, creían, desempeñaba un papel en la forma en que los altos ejecutivos trataban a sus empleados», se relata.
De acuerdo con el diario, 14 de las 15 presuntas víctimas de acoso sexual eligieron el anonimato, por temor a posibles demandas o represalias legales descritas en cláusulas de confidencialidad firmadas previamente.
El rumbo que ha tomado la organización capitalina de la NFL es incierto y varios reportes indican que la presión mediática generada dará el golpe final a la gestión de Dan Snyder, no sólo a un viejo nombre.