En 2004 México conquistó cuatro medallas en los Juegos Olímpicos de Atenas, curiosamente ese mismo año nació el que para París 2024 es una expectativa de medalla: Osmar Olvera Ibarra.
El clavadista tiene 20 años, por lo que no vio a Fernando Platas ganar la última medalla olímpica que tiene el país en el trampolín varonil (plata en Sidney 2000), pero gracias a sus logros Osmar ha recibido consejos de tan histórico atleta.
La pasión por el deporte llegó desde casa, es hijo de Sergio Olvera, quien fuera uno de los mejores corredores del equipo Águilas Blancas y su madre Mayanín Ibarra es profesora de educación física.
Por lo que Osmar desde muy temprana edad estuvo vinculado al deporte, empezó en la natación, posteriormente pasó a los clavados donde desarrolló el instinto competitivo.
A los 12 años surgió en Olvera Ibarra la ambición de «vencer a los chinos» en su primera competencia internacional, esto en la Serie Mundial de Rusia donde finalizó en el quinto lugar, ahí participó en la plataforma de 10 metros sincronizados y después hizo la transición al trampolín.
Su talento lo hizo convivir y entrenar el Centro Nacional de Alto Rendimiento junto a Paola Espinosa, Rommel Pacheco y Jahir Ocampo, toda esa experiencia que le compartieron le funcionó porque Osmar con 17 años clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio en los que alcanzó la semifinal y acabó en el sitio 14.
Ahí inició un ascenso por parte del clavadista porque en los siguientes años perfeccionó su técnica en el trampolín de la mano de Ma Jin, que lo hizo subcampeón mundial en 2023 tanto en el trampolín de 1 y 3 metros, su debut en los Juegos Panamericanos fue pletórico con tres metales dorados en Chile 2023.
Mientras que este 2024 se proclamó campeón mundial en el trampolín de 1 metro, fue medalla de bronce en el trampolín de 3 metros y en el serial de las copas del mundo obtuvo dos platas y un bronce.
«Vencer a los chinos no es imposible» es la conclusión que tiene Osmar Olvera Ibarra tomando en cuenta sus últimos resultados por lo que en París 2024 quiere mostrarlo consiguiendo una o dos preseas en Juegos Olímpicos.