El prospecto de los Rays de Tampa Bay, Blake Bivens, relató que se enteró del asesinato de su suegra, esposa e hijo de 14 meses por medio de Facebook, cuando su cuñado de 18 años las mató en un triple homicidio en agosto del año pasado.
Bivens, de apenas 24 años, comenzó a sospechar que algo andaba mal cuando no recibió un mensaje matutino habitual de su esposa. Más tarde de esa misma mañana recibió un inusual permiso de la sucursal de los Rays, para que volara desde Chatanooga, Alabama -donde se encontraba- hasta Keeling, Virginia, donde residía su familia.
«El primer titular que veo en mi celular es que dos mujeres y un niño pequeño habían fallecido», dijo Bivens a The Tampa Bay Times. “Inmediatamente supe que eran ellos. Descubrí que mi familia había desaparecido en un titular de Facebook. Inmediatamente comencé a gritar en medio del aeropuerto ».
El pelotero recibió el apoyo de la organización. Contó que el gerente general del equipo al que pertenece lo acompañó en el vuelo de regreso a Keeling, al igual que el jefe de seguridad de la franquicia.
“Llegué a pensar ‘Esto realmente no está sucediendo’. Estaba más en estado de shock. Pasé por períodos de temblores. Entonces comencé a perderme un poco y me rompía a llorar. Era como una especie de círculo. Los viajes en avión parecían durar una eternidad ”, agregó.
El incidente policial cuenta que el cuñado de Bivens fue detenido luego de que se supiera que había dos mujeres y un bebé fallecidos en una casa en la localidad de Keeling. Luego, el agresor salió completamente desnudo para perseguir a un periodista, luego trató de estrangular a un cuidador de una iglesia, hasta que la policía lo detuvo.
En cuanto al pelotero, éste decidió salir de Estados Unidos y lanzar en el beisbol australiano para, según dijo, tener tiempo de recomponerse del golpe. Más tarde en el año regresó a Tampa Bay, donde fue aplaudido por el público de los Rays.
La organización le dio el permiso para ausentarse. Sin embargo, Bivens tomó la determinación de lanzar esta temporada con el equipo, aunque sus planes se vieron frenados por el parón del beisbol organizado producido por el Covid-19.
El jugador se refugió en su fe para salir adelante.
“Cuando leí en la biblia, ‘Anímate, porque he vencido al mundo’, cambió, activó por completo un interruptor en mi corazón. Y a partir de ese momento supe que esto no iba a vencerme, no iba a vencer a la familia”, dijo