Maratones por la noche. Sesiones de entrenamiento en saunas. Chalecos con hielo. Aire acondicionado en estadios sin techo.
Entrenadores, deportistas y organizadores han hecho todo lo posible para mitigar los efectos de temperaturas que se espera lleguen a los 38 grados Celsius (100 Fahrenheit) con una humedad de 70% que se espera serán tan difíciles como cualquier rival que enfrenten.
Será una justa pista y campo como ninguna otra (un buen ensayo para los Juegos Olímpicos de Tokio el año próximo, que se espera sean sumamente calurosos) y un enorme reto para los casi 2.000 participantes que llegan a Doha en busca de oro, plata o bronce en condiciones entre las más extremas que hayan visto.
La IAAF ha dejado a un lado la práctica usual de programar sesiones diurnas y nocturnas, optando por pautar toda la acción en la noche para evitar las altas temperaturas del día, que pueden llegar a los 40 C (105 F).
Qatar instaló equipo de aire acondicionado en el Estadio Khalifa International, una instalación al aire libre. La Copa del Mundo de futbol se realizará allí en tres años y el campeonato de atletismo ofrecerá una idea de cómo funciona el sistema en una de las instalaciones claves en Doha.