Debido al coronavirus, es previsible que las Grandes Ligas tengan en 2020 una de las temporadas más bizarras de su historia.
Las nuevas y forzadas características implicarían alejar el beisbol de los 30 estadios en los que año con año se compite por el Trofeo del Comisionado y, además, jugar sin la presencia de aficionados.
Entre los escenarios que las autoridades de MLB contemplan para llevar a cabo la campaña de este año, está el de trasladar los juegos a los parques que los equipos utilizan durante el Spring Training.
De acuerdo con Ken Rosenthal, de The Athletic, esta medida está sobre la mesa como eslabón de una cadena que incluye la posibilidad de que los peloteros sean puestos en cuarentena y por ende jueguen en estos parques a puerta cerrada.
Algunos de los argumentos para no adoptar esta opción son:
- No se trata sólo de los beisbolistas; habría que cuidar la salud de todo el personal del equipo, umpires, choferes y trabajadores de hoteles.
2. Echar a andar la actividad sin gozar de los ingresos por boletos podría resultar en una pérdida económica considerable.
Por ahora, la fecha del Opening Day permanece en misterio y el gobierno estadounidense ha instruido el distanciamiento social al menos hasta el 30 de abril, con amplia probabilidad de extender el plazo.