La emergencia sanitaria debido al Covid-19, la nueva cepa de coronavirus, provocó que todas las ligas de beisbol del mundo postergaran el inicio de su temporada regular ante el riesgo de que los peloteros, entrenadores y aficionados se pudieran contagiar. Todas, salvo el Campeonato Germán Pomares, la Liga de Verano de Nicaragua, que también sirve de refugio al lanzador mexicano Carlos Téller.
“Sé que es atípico que la liga se esté jugando. Creo que no se ha detenido porque el país apenas se han detectado dos casos positivos del coronavirus”, cuenta Téller desde Managua, en donde juega para el Dantos, a EL UNIVERSAL Deportes.
“Me da miedo que el campeonato se vaya a suspender por el coronavirus, porque me quedaría sin llevarle el sustento a mi familia”. En su discurso no entra el temor a contagiarse.
Téller, de madre mexicana y padre nicaragüense, está casado y tiene tres hijos. Este verano tenía planeado jugar con los Rieleros de Aguascalientes de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Además, esta primavera disputaría, con la selección de Nicaragua, el preolímpico para los Juegos de Tokio 2020 y el Pre Clásico Mundial en Estados Unidos.
Sin embargo, la emergencia sanitaria se lo impidió. El pitcher se encontraba en Estados Unidos cuando el brote se propagó en el continente americano. Lo orilló a regresar a Aguascalientes, donde terminaría la pretemporada con miras a la campaña regular de la LMB.
Pero pocos días después de que había llegado a la ciudad, la directiva del equipo mexicano les dijo a él, y al resto de sus compañeros, que regresaran a sus casas porque el inicio de la temporada se había pospuesto por el virus.
Los Rieleros, al igual que los otros 15 equipos de la LMB, no pagarán los salarios de sus peloteros hasta que empiece la temporada regular, por una cuestión contractual. Los propietarios de los equipos contratan a los jugadores por temporada y no por año, lo que provocó que Téller, al igual que el resto de los peloteros del circuito, no cobren hasta que inicie la campaña regular, que aplazó su inicio al 11 de mayo, aunque luce complicado que arranque en esa fecha por la propagación de la pandemia en México.
“Resido en Nicaragua y allá regresé después de que me dieron la noticia. Pedí permiso a los Rieleros para jugar en la liga nicaragüense hasta que arranque la temporada regular en México. Afortunadamente he percibido mi salario en tiempo y forma. El equipo es sólido financieramente, porque una parte de los sueldos la pone el propietario y la otra el gobierno”, sostiene Carlos.
Al lanzador se le pregunta si hay medidas sanitarias en la liga para evitar la propagación del Covid-19. “Todo el tiempo nos dicen que nos pongamos gel antibacterial, no nos saludamos con las manos y los partidos son a puerta cerrada. Hay veces que se nos olvida y nos abrazamos o chocamos las manos, pero tratamos de no hacerlo”, agrega Téller.