El peleador de artes marciales mixtas, Mike Perry, conectó un golpe fulminante, pero lo hizo lejos del octágono y con un anciano como víctima.
Un video grabado el martes muestra un altercado entre el competidor de UFC y otro hombre en un bar, comenzado por un contacto aparentemente circunstancial.
La confrontación se suscitó en Lubbock, Texas, y, según testigos, tuvo tintes racistas. En las imágenes, se aprecia que empleados del lugar invitaron a Perry a retirarse, petición que multiplicó su molestia.
Entre las personas que seguían los hechos, estaba un sujeto de la tercera edad, quien presionó al gladiador a salir. Tras un breve intercambio de palabras, llegó un adormecedor golpe que mandó al anciano al piso.
Entre insultos y mientras su novia trataba de controlarlo, el hombre con marca 14-6 en UFC retó a los presentes a llamar a la policía. Aunque se llenó un informe, no se levantaron cargos.
En su cuenta de Twitter, Perry escribió: «Sin comentarios», pero vaya que los ha emitido y de todo tipo; su historial de violencia racial no empezó esta semana, indican varios reportes.