Ningún enfrentamiento ha ocurrido con tanta frecuencia en los últimos 25 años como el octavo partido entre Green Bay y San Francisco, que está tres juegos por delante de cualquier otra rivalidad.
De hecho, los únicos equipos que han jugado más de ocho veces en la postemporada en la era del Super Bowl son los Rams y los
Cowboys, que se encontraron por novena vez en enero de 2019.
La rivalidad se ha construido desde 1992, cuando Mike Holmgren dejó el puesto de coordinador ofensivo en San Francisco para ser el entrenador en jefe de los Packers.
El hombre que entrenó a Steve Young, tanto en la universidad como en la NFL, se propuso preparar a Brett Favre, un quarterback no probado, como el titular en Green Bay.
Holmgren y Favre fueron un éxito para los de Wisconsin, mientras los californianos veían cómo el dominio que tenían en los 80, se diluía.
Favre dominó en la primera década de este siglo, mientras que los 49ers desaparecieron.
La rivalidad, entonces, tomó un segundo aire al inicio de la década de 2010, cuando Colin Kaepernick se hizo titular con los de la Bahía y coincidió con la salida de Favre, quien fue sustituido por Aaron Rodgers, quien hasta ahora tiene las riendas de los Packers.
Este equipo ha ganado cuatro de esos siete encuentros anteriores en postemporada, con registro de 4-1 con Favre como quarterback y perdiendo ambos encuentros con Rodgers como titular en las temporadas 2012-13, cuando Kaepernick lo superó. El domingo escribirán otro capítulo de esa rivalidad.