CIUDAD DE MÉXICO, julio 10 (EL UNIVERSAL).- Con sonrisas de oreja a oreja y las medallas de oro del Torneo Preolímpico de Boxeo colgadas con orgullo en el cuello, los campeones mexicanos Joselito Velázquez, Lindolfo Delgado y Juan Pablo Romero regresaron a la Ciudad de México.
“Siempre estuvimos conscientes de que llegar a Río dependía solamente de nosotros”, comentó Velázquez, ganador de la categoría de 49 kilogramos. “Representar a México en el evento deportivo más grande del mundo es el máximo premio para un atleta”.
El pugilista sabía que la gente no confiaba en ellos, pero con el esfuerzo y trabajo duro demostraron de lo que son capaces.
Los boxeadores consiguieron su pase con el tiempo encima. Según Lindolfo Delgado estar a sólo 26 días de la apertura de los Juegos Olímpicos les da ventaja. “Estamos en un buen ritmo, sin duda esta competencia nos ayudó mucho para obtener más confianza. Simplemente estaremos entrenando igual”.
Delgado, originario de Linares, Nuevo León, reconoció que el pase de último minuto causó presión, pero que supieron manejarla para no dejar pasar la oportunidad.
“Llegaremos a Brasil con un gran grupo de muchachos. Somos seis clasificados y cada uno de nosotros tenemos el nivel para regresar con una presea”.
Con emoción en los ojos, Lindolfo narró que desde la edad de 13 años, él sabía que asistiría a una justa olímpica.
El vencedor en la categoría de 69 kilogramos, Juan Pablo Romero, agradeció a su entrenador Francisco Bonilla. “El ‘Profe’ es el responsable de que yo esté aquí, siempre ha estado conmigo”.
El “Pibi” no se mostró preocupado por la asistencia de boxeadores profesionales a los próximos Juegos. “Estamos acostumbrados. En la Serie Mundial nos hemos enfrentado a algunos y no hay diferencia”.