Para la semana en el Abierto Mexicano, los organizadores anticipan el buen comportamiento del público en Acapulco, sin la necesidad de “mano dura” en caso de que no se sigan las medidas sanitarias.
Raúl Zurutuza, director del certamen tricolor, confió en que los aficionados tendrán la conducta que se solicita para disfrutar de los partidos, bajo los cuidados para prevenir un brote de Covid-19 en la playa guerrerense.
“Ojalá no necesitemos mano dura, porque es un gran esfuerzo de realizar el torneo. El uso de cubrebocas es obligatorio; si la prueba [para detectar coronavirus] es positiva, no tienes entrada y tenemos la obligación legal de reportar el caso a las autoridades”, comentó el directivo, previo al arranque de actividades en este lunes.
Para hoy, se anticipan alrededor de 3 mil aficionados en las instalaciones del certamen y todos deben portar protección facial. “Puede ser agobiante por el calor, pero estoy seguro que el público tendrá cooperación para que esto salga bien”.
Zurutuza no supo exactamente cuánto es el gasto que se realizó para tener a la manos material e infraestructura para aplicar constantes exámenes de detección de Covid-19 en jugadores, staff y fanáticos, pero indicó que el pago rodeó los 2 millones de pesos, “es una inversión importante, bien destinada, que da tranquilidad y hemos trabajado muy de la mano con el gobierno Guerrero”.
El Abierto Mexicano se adaptó para evitar su cancelación y mantenerse en el calendario de la ATP.
“Es uno de los torneos más exigentes para todo el equipo.
Venimos trabajando desde septiembre con todo el tema de protocolos, pero el equipo ha hecho una gran labor. El reto más importante es darle garantía para que sea un ambiente sano”, añadió el director.
Zurutuza dijo que se extrañará a Rafael Nadal, pero que el cuadro final, con tres tenistas dentro del Top 10 mundial, dio un impulso, “además de que hay varios jugadores de mucho talento y jóvenes que vienen en crecimiento”.
Para esta noche, el canadiense Felix Auger-Aliassime enfrenta al estadounidense Tennys Sandgren, seguido por el duelo sensación entre el español Carlos Alcaraz ante Alexander Zverev.