África es el continente al que de inmediato se le relaciona con pobreza, y los resultados destacados de sus atletas provocan que el mundo los vea, por ejemplo la tunecina Ons Jabeur, que en 2022 llegó a la final de Wimbledon y se convirtió en la primera mujer africana en disputar la corona de un Grand Slam, por ello entiende el impacto que tiene para su gente.
“Es definitivamente una gran responsabilidad, trato de honrarla tanto como puedo, disfruto jugar tenis así que eso es algo que trato de recordarme”, aseguró en exclusiva a EL UNIVERSAL Deportes.
Jabeur se quedó cerca de conquistar un Grande otras dos veces, ese mismo 2022 disputó el juego por el título del US Open y en 2023 volvió a la cancha de césped de Wimbledon, aunque el no conseguir el título no la desmotiva porque al ser la séptima mejor del mundo la hace compartir un mensaje principalmente con los niños africanos.
“Tienen que creer en sus sueños, creer que nada es realmente imposible, atreverse a soñar y creo que todo comienza con algo con lo que has soñado, que puedes lograrlo ya sea en el tenis o en cualquier otro deporte”, dijo la fan del Real Madrid.
Ons comparte dichas palabras con los infantes porque ella comenzó a practicar tenis a los tres años de edad y al practicarlo dice que tiene “libertad y gozo”, sentimientos que también “me ha dejado muchas enseñanzas en la vida”, sentenció la originaria de Ksar El Hellar.
Jabeur, de hecho, no deja de soñar, y sin dudarlo indicó que el Grand Slam que desea ganar en su carrera es Wimbledon, y siendo autocrítica ya sabe qué mejorar para hacer historia en Londres.
“Creo que quiero divertirme más mientras juego, hay muchos aspectos técnicos en los que puedo ser mejor, como mi servicio”, indicó.