Ningún aficionado estaba en la “burbuja” montada por la NBA en el complejo de Disney, pedro miles se detuvieron cuando el balón salió de la mano de Donovan Mitchell. Lo atropellada que resultó la jugada previa obligó a la estrella del Jazz a disparar de tres. Si daba un paso más, el reloj expiraría.
Era todo o nada… Y los de Utah se quedaron con las manos vacías, y el corazón colapsado.
El balón, caprichosamente, recorrió toda la circunferencia del aro, pero no entró. No hubo milagro del Jazz, que se recuperó de una desventaja de 1-3 en la primera ronda de los Playoffs en la Conferencia Oeste y forzó el sèptimo juego.
Hasta ahí le duró el gas. Dio una gran pelea, aunque fue derrotado dramáticamente por los Nuggets de Denver (80-78), que se llevaron la eliminatoria (4-3) y su “premio” será medirse con los Clippers de Los Ángeles de Kawhi Leonard.
Otra gran velada de Mitchell, quien terminó con 22 puntos, pero el tiro decisivo no entró.
Derramó lágrimas sobre la duela, igual que Nikola Jokic, pero las del serbio de los Nuggets fueron de dicha. Su doble doble (30 unidades y 14 rebotes) fue determinante para que Denver siga vivo, por más que los californianos luzcan —de entrada— como claros favoritos.