CIUDAD DE MÉXICO, febrero 28 (EL UNIVERSAL).- El nuevo parque de los Diablos Rojos del México será un paraíso para los bateadores. Y es que además de la altura de la capital del país, las dimensiones del campo (410 pies en la parte central y 332 pies en los jardines), ayudarán para que la pelota vuele por detrás de las barda.
La novena capitalina estrenará su nueva casa en el tercer trimestre del año.
Hasta el momento, el estadio tiene un avance en su construcción del 65 por ciento, señaló Othón Díaz, gerente general de Diablos Rojos.
El inmueble contará con una capacidad inicial de 12 mil aficionados con la opción de poder crecer su aforo a más de 20 mil asistentes. La inversión que está haciendo el propietario del conjunto capitalino, Alfredo Harp Helú, es de 60 millones de dólares.
El estadio tendrá tres pantallas gigantes, una en el acceso principal y dos en la zona de los jardines. En las instalaciones internas en ambos lados contarán con clubhouse, gimnasios, oficinas para los managers, cuartos de masaje, jaulas de bateo, bodegas y lavanderías, así como espacio para cafetería.