La historia de Cenicienta que está viviendo Nick Foles no sería lo mismo si no estuviera acompañado de su familia.
El quarterback suplente de los Eagles que tendrá la oportunidad de guiar al equipo a su primera victoria de Super Bowl, disfruta la semana acompañado de su esposa e hija.
“Tenerlas en Minneapolis para el partido es la cosa más grande que me ha sucedido”, declaró con lágrimas.
Foles tomó el lugar del titular Carson Wentz, quien se lastimó la rodilla en noviembre pasado y quedó fuera para el resto de la temporada.
“Son situaciones del juego. Nadie desea que su compañero o rival se lastime. Mi familia sabe lo mucho que me costó estar aquí”, explica.
El quarterback señaló que antes de comenzar la temporada pensó en el retiro; ahora quiere un final feliz para su cuento de hadas.
Si Foles gana el Super Bowl se convertiría en un héroe de Filadelfia, aunque con la posibilidad de no continuar en el equipo o volver a calentar la banca, esperando otra lesión de Wentz.