ACAPULCO, Gro., febrero 26 (EL UNIVERSAL).- Al tenista español Rafael Nadal ya no le obsesiona regresar al número uno del ranking mundial y tampoco le quita el sueño sumar un nuevo título de Grand Slam. La única preocupación que el jugador tiene por ahora es mantenerse sano, alejarse de la polémica y disfrutar cada uno de sus partidos como si fuera el último.
“Soy un agradecido de la vida porque me ha dado mucho. No estoy en condiciones de pedir más o soñar con otra cosa en este momento de mi carrera. Considero que he tenido todo y mucho más de lo que hubiera soñado cualquier persona”, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL.
Con 29 años de edad, Nadal no se plantea grandes metas para el Abierto Mexicano de Tenis ni para un hipotético décimo título en Roland Garros: “Lo que hago es disfrutar día a día el tenis, las cosas han empezado bien en el año y mi objetivo es seguir por el mismo camino. Los buenos resultados llegarán si hago bien las cosas”, añadió el jugador, quien llegó al puerto tras disputar y perder la final del Abierto de Australia.
Un hombre agradecido. Ni un reproche. Rafa no tiene queja alguna hacia su tío Toni, quien condujo su carrera deportiva desde que tenía tres años y quien hace tres semanas anunció a que dejaría de ser su entrenador al final de esta temporada.
“Él es una persona que fue decisiva en mi carrera y parte fundamental para convertirme en lo que soy. Sin duda es pieza pues gracias a él alcancé el éxito y todo lo que tengo. No tengo más que palabras de agradecimiento para él por el gran ser humano que es”, explicó el número seis del mundo.
En el puerto guerrerense, el tenista europeo se siente como en casa. Esa la tercera vez que participa en el Abierto y en todas ellas se consolida como el consentido del público. “La acogida de la gente siempre es estupenda. Me siento cómodo. Siempre que he estado aquí todos se han portado fenomenal conmigo. Me hacen sentir muy bien y espero darles el espectáculo que esperan”.
Rafael Nadal atrae multitudes. Como si de un imán se tratara el español convoca a decenas de personas a cualquier lugar en donde se presenta. Ya sea en sus entrenamientos en la cancha central o durante entrevistas; “ni me gusta ni me disgusta la fama. Es una consecuencia que llegó gracias a lo que hago y no tengo más que agradecerle a la gente que me dé tanto cariño y respaldo en todos los momentos”.
Nadal empieza en Acapulco (torneo que desde el 2014 se juega en pista rápida) la gira que le llevará a los Masters 1000 de Indian Wells (California) y Miami (Florida), antes de empezar el circuito de tierra batida que lo conducirá a buscar una nueva corona de un “grande”.
“A pesar de las lesiones, de las falsas acusaciones de hacienda y la controversia por el dopaje, conservo la pasión por lo que hago y trabajo para mantenerme entre la élite” del tenis mundial.