El agua no era especialmente agitada, y tampoco estaba más fría de lo que esperaba Roberto del Río cuando se sumergió en el mar de Acapulco para nadar, por primera vez en su vida durante la noche, en un intento por completar el entrenamiento de nueve horas que se propuso.
Aunque la marea era tranquila bajo la sombra de la luna, a las 2 de la mañana el atleta morelense detuvo sus brazadas, debido a la inflamación de uno de sus ojos y la infección de un dedo del pie, que en unas cuantas horas se agravó, obligando a su padre a llevarlo a un hospital.
Por varios días, los doctores bombardearon el cuerpo de Roberto con antibióticos, debido a que su temperatura no era menor a los 40 grados, hasta que diagnosticaron que el nadador contrajo Leptospira, una bacteria que puede causar la muerte en el ser humano.
“Estuve 10 días internado en un hospital, muchos de ellos al borde de la muerte por una bacteria que agarré mientras nadaba entre Roqueta y Caleta en Acapulco. Las aguas residuales que se vierten al mar contaminan el agua”, comentó Del Río.
La jornada en el mar del Pacífico formaba parte de su preparación rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio, justa a la que se puso como objetivo clasificar para ser el primer mexicano en competir en el maratón de aguas abiertas.
Ni cuando ingresó al hospital, ni ahora en su recuperación, Del Río fue acompañado por alguna autoridad deportiva. El atleta denunció que desde hace años, la Federación Mexicana de Natación y la Conade han ignorado su posición a nivel mundial al sostener que su disciplina no es atractiva.
“Es una lástima, pero me cansé de estar pidiendo apoyo de la Federación o la Conade. Ahora todo lo hago sólo con mis patrocinadores y con recursos de mi familia”.
Contaminación del mar casi lo lleva a morir
A finales de junio de este año, se hizo viral un video en el que se muestra cómo una tubería descarga en una playa de Acapulco, litros y litros de lo que parecen ser aguas residuales que contaminan la bahía más famosa de México.
En ese mismo mar, Roberto del Río contrajo leptospirosis, al tener contacto con directo con el agua llena de bacterias. Al enfermar, los síntomas incluyen malestares similares a los de lagripe: fiebre, dolor del cuerpo, y de cabeza, debilidad, vómito, confusión mental, color de piel amarillento y rigidez del cuello.
En el caso de Roberto, que se encuentra entre los más graves, varios de sus órganos, como el hígado y los riñones, se inflamaron. “Eran como las 2 de la mañana cuando, sentí un olor y sabor fétido cuando respiraba, no se veía nada, pero me tuvieron que sacar del mar porque estaba nadando en aguas negras, había nadado entre basura, pero nunca en aguas negras”, recordó Del Río sobre ese día.
La capacidad de las leptospiras para sobrevivir en ambientes húmedos las convierte en un agente de alto riesgo de infección después del contacto con cualquier fuente de agua contaminada.