Desde aquel 19 de septiembre de 1985, cuando vio su casa caerse debido al famoso sismo, María José Alcalá, entendió que su vida no sería sencilla.
“Como toda mujer, nos enseñan que nada de esto será fácil, nada fácil para nosotras, porque para destacar, para brillar, hay que esforzarse mucho más allá de lo humano”.
María José, cuatro veces competidora olímpica en clavados, es la primera presidenta en la historia del Comité Olímpico Mexicano, además de diputada por el Partido Verde, y es presidenta de la Comisión del Deporte de la Cámara. “A veces no hay tiempo, pero una se lo da, tiene que hacerlo”, dice.
Eso sí, se niega a decir que es una mujer empoderada. “No, eso no, prefiero decir que soy una mujer preparada y peleo los cargos contra los hombres, y los tengo por mi capacidad, porque soy presidenta del COM, licenciada en derecho, tengo maestría en administración y soy diputada no por un tema de igualdad, de equilibrio, sino porque me lo gané con los votos”.
Alcalá está en contra de que una mujer tenga que pedir espacios, todo por un tema de equidad.
“Una mujer, cuando es determinante, no necesita pedir espacios, sino que los consigue con trabajo y sacrificio, además de inteligencia, eso es lo que hay que buscar”.
Desde aquel septiembre de 1985, María José Alcalá supo que no sería fácil, y quizá hasta le gusta que sea así, “porque ahora soy el ejemplo de una nena de 13 años, a la que quiero inculcarle que todo se gana a base de trabajo, nada más trabajo”