El Universal
Mexicali.- Fue mayor el brillo que tuvieron los fuegos artificiales que bañaron el cielo del Estadio B’ Air, que el triunfo de la selección mexicana de beisbol que apenas superó 2-1 a un conjunto semi profesional de República Checa.
México no pudo sacar el óxido de sus bats ante la serpentina europea que en contadas ocasiones logró superar las 85 millas de velocidad en sus envíos al plato.
Con la pizarra 2-0 a su favor, el equipo dirigido por Édgar González pasó por turbulencias en los dos últimos innings, pues República Checa cortó distancia con un cuadrangular de Matej Hejma que silenció a los 12 mil fanáticos que asistieron al estreno de un conjunto de segunda mano.
Jesús Castillo en cuanta de cero bolas y dos strikes, conectó un sencillo que partió el diamante para traer la primera carrera del juego en los spikes de Sebastían Elizalde.
La segunda carrera de México fue gracias a un elevado al jardín izquierdo de Agustín Murillo que permitió que Adrián González timbrara. El bagazo no fue tan profundo, pero la falta de brazo del outfielder Michael Ondracek fue aprovechado por ‘El Titán’.
Alejandro Soto terminó su labor con tres innings, en los que no aceptó hit, pinchó a siete enemigos y regaló una base por bola. Soto puede volver a jugar, pues no rebasó los 50 pitchers del límite que puso Grandes Ligas.
El carnaval de sonidos y colores que provocaron los fuegos artificiales, fue contrastante con el rostro de los selecciones que aunque ganaron, se marcharon con los rostros abajo y el puño arriba.
México se medirá a Nicaragua por el pase a la final del certamen.