En el beisbol y el deporte en general, es usual que un equipo sea tan bueno como las lesiones se lo permiten, y para desgracia de los Mets, la temporada pasada varios de sus jugadores emblema fueron clientes VIP de los hospitales de Nueva York.
Para tratar de evitar seguir pagando millones a peloteros entre algodones, la gerencia despidió a su entrenador atlético y modernizó su equipo médico.
Después de una aparición en la Serie Mundial 2015 y el Juego de Comodín 2016, el equipo tocó fondo la temporada pasada al perder 92 juegos, lo que provocó cambio de timón al contratar a Mickey Callaway, quien trabajaba como coach de pitcheo de los Indians.
En Nueva York aún no entienden cómo la temible rotación que guió a los Mets al Clásico de Otoño de 2015 se volvió tan frágil.
Sólo Jacob deGrom se mantuvo saludable en las últimas campañas para mantener un rol confiable cada que suba al montículo. Si Noah Syndergaard permanece en la rotación y Matt Harvey se recupera de una efectividad de 6.70, tal vez Mets tenga con que pelear.
Callaway es una elección que parece inteligente, porque trabajó con lanzadores. Si puede obtener el 80 por ciento de Noah Syndergaard, Matt Harvey, Steven Matz, Zack Wheeler y Jacob deGrom, están en camino para pelear por un boleto de comodín.
Los Mets sólo han tenido un lanzador de más de 200 entradas en una temporada desde 2015, Jacob deGrom lanzó 201.1 entradas el año pasado. Únicamente 15 titulares en las Grandes Ligas alcanzaron el umbral de las 200 entradas en los últimos dos años. En 1986 —título mundial— tuvieron cuatro serpentineros.
Los Mets conectaron 224 jonrones la temporada pasada, el séptimo lugar en las Grandes Ligas, pero los jugadores que aportaron el 43.8 por ciento de ellos, no regresarán en 2018.
El mexicano Adrián González fue firmado por los Mets, luego de quedar en libertad. El conjunto
neoyorquino espera que el primera base se recupere de sus dolores de espalda y pueda retomar la figura con la que lideró por cuatro campañas a los Dodgers.
Todd Frazier se cambió de banqueta. Después de jugar con los Yankees se hará cargo de la tercera almohadilla, esperando que pueda aportar con su madero.
Yoenis Céspedes es el motor que impulsa al conjunto de los Mets. Se perdió la mitad de la temporada pasada por una lesión en el muslo y la ofensiva sufrió dramáticamente; pero con salud, el cubano es un estelar de Grandes Ligas.
Omar Minaya regresó al club esta temporada baja como asistente especial del gerente general. Es un movimiento curioso para los Mets, porque Minaya fue el gerente general del equipo desde 2004 a 2010, hasta que fue despedido y reemplazado por Sandy Alderson, quien será el nuevo jefe de Omar.
Los Mets están en un constante experimento para encontrar la fórmula del triunfo en Serie Mundial, pero este año no será.