Indianapolis.— Segundos, pulgadas y número de repeticiones clasifican a los jugadores que, en unos meses, arribarán a la NFL para aportar las características que se develan en el Scouting Combine, evento de apoyo para las franquicias de la liga, quienes descartan y señalan prospectos rumbo a la selección de elementos colegiales.
El escenario para este año fue el Lucas Oil Stadium, casa de los Colts, en donde nombres como D.K. Metkalf, Devin White y Terrill Hanks mostraron por qué deben ser elegidos durante las primeras rondas del Draft.
Metkalf, receptor formado en los Rebels de Ole Miss, se viralizó en redes sociales durante su participación, debido a su imponente físico y por los 27 levantamientos que concretó en las pesas de 225 libras. El receptor más cercano a este número se quedó con 15.
“Me considero el mejor WR de estas pruebas, porque soy un competidor y voy por el triunfo todos los días. No me han conocido todavía, pueden compararme con otros receptores musculosos que no han tenido éxito, pero como dije, no me conocen”, declaró el aspirante a la NFL, de 21 años.
Dentro de los corredores participantes en esta edición, Justin Hill se robó la atención de las cámaras, luego de recorrer las 40 yardas en 4.40 segundos, hazaña que sólo él y Saquon Barkley, RB de Giants, galardonado como el mejor novato ofensivo en 2018, han conseguido desde el año 2003.
Una de las decepciones del Combine fue el hijo del ex pugilista Evander Holyfield, Elijah, quien se desempeña como RB y registró el segundo peor tiempo de su grupo en las 40 yardas: 4.78 segundos.
A la defensiva lucieron Nick Bosa (DL), Devin White (LB), ED Oliver (DL) y Quinnen Williams, un tackle defensivo de la Universidad de Alabama quien, con 1.92 metros de estatura y 137 kg de peso, detuvo el cronómetro de las 40 yardas en 4.87 segundos, el registro más rápido para un jugador de esas proporciones físicas.