Los Lions no aguantaron más: despidieron a Matt Patricia de su cargo como entrenador en jefe y a Bob Quinn, gerente general.
Después de la bochornosa derrota en el Día de Acción de Gracias (25-41 frente a Houston), Detroit cesó el proyecto, que tenía a uno de los últimos discípulos de Bill Belichick en los Patriots de Nueva Inglaterra.
De mente defensiva, Patricia dejó a los felinos con 13 victorias, 29 derrotas y un empate, una efectividad del 31 por ciento. Fue contratado para la temporada 2018, en sustitución de Jim Caldwell, quien tenía una marca de 36-28.
El estadounidense fue uno de los “alumnos” más destacados de Belichick, al estar 16 años dentro de la organización de Nueva Inglaterra. Caracterizado por su barba, gorra y lápiz en la oreja, este entrenador pasó de ser un asistente hasta convertirse en el coordinador defensivo de los Pats durante los campeonatos en los Super Bowls XLIX y LI.
Fue por esto que los Lions apostaron por él para levantar a la franquicia, pero sucedió lo contrario.
Patricia se convirtió en el tercer head coach en ser cortado en la presente campaña, tras Bill O’Brien (Texans) y Dan Quinn (Falcons). Detroit, al momento de esta publicación, no ha nombrado un interinato; el domingo 6 de diciembre, enfrenta a Chicago.