Para Mario Domínguez la cancelación del Gran Premio de México es una decisión cabal. El expiloto de pruebas del extinto equipo Jordan, de la Fórmula Uno, cree que fue una decisión lógica de parte de los organizadores y de la misma Fórmula Uno.
«La esencia del Gran Premio de México son los aficionados», sostiene Domínguez a EL UNIVERSAL Deportes. «Y correrlo a puerta cerrada sería quitarle una parte de ella y al final creo que hasta sería perjudicial. Por más difícil que pudo ser, fue lo correcto no realizarla».
Federico González Compeán, director del Gran Premio de la Ciudad de México, sostuvo a este diario que la idea de correrlo a puerta cerrada sí se planteó, pero que al final el comité organizador decidió no hacerlo porque «no era justo para la afición».
La carrera, que se realizaría del 29 de octubre al 1 de noviembre en el Autódromo Hermanos Rodríguez, no fue la única que fue cancelada el viernes por la Fórmula Uno. También sufrieron cancelaciones el Gran Premio de Canadá, el de Las Américas (Austin) y el de Brasil (Interlagos).
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«Era difícil que la Fórmula Uno se arriesgara a viajar al continente americano, con todo su equipo y personal, a sabiendas de la situación de contagios que estamos teniendo de Covid-19. Ese también fue un factor fundamental para que estás carreras no se realizaran», señala el ahora piloto de la Super Copa Mercedes.
Domínguez también lamenta la cancelación del Gran Prix mexicano por la derrama económica que producía al país. Según un estudio de AECOM, el evento generó siete mil millones de pesos en 2018 para México.
«Alejandro Soberón y el resto del comité organizador tiene toda mi solidaridad. Seguramente, la cancelación de la carrera es el momento más difícil que han tenido que vivir desde que están al frente del Gran Premio de México», añade Domínguez.