La semana pasada, las autoridades de Japón declararon emergencia nacional en varias prefecturas del país, por lo que el fuego Olímpico que se exhibía fue retirado a un sitio que se mantiene en secreto.
La antorcha que trae consigo la llama encendida desde la antigua olímpica, se encuentra bajo el resguardo del Comité Olímpico Internacional pero sin darse a conocer su ubicación ni cómo se mantiene viva la llama.
El director ejecutivo de Tokio 2020, Toshiro Mutá, dio a conocer lo anterior. Una antorcha que portaba el fuego, estaba programada para permanecer en exhibición pública en la región de Fukushima, hasta finales de abril, antes de trasladarse a Tokio.
Sin embargo, se anunció que la Flama sería retirada de la vista cuando el primer ministro japonés Shinzá Abe declaró el estado de emergencia para Tokio, Osaka y otras cinco prefecturas la semana pasada.
Tokio 2020 esperaba que la exhibición fuera un símbolo de esperanza antes de los Juegos, que se han removido un año a 2021 debido a COVID-19. Los organizadores aún no han anunciado un calendario revisado para el relevo de la antorcha, que originalmente iba a haber durado 121 días en suelo japonés.
Según cuenta la mitología griega, Prometeo robó el fuego a Zeus y se lo regaló a los mortales. Por eso, en la antigua ciudad de Olimpia era tradición mantener un altar encendido durante todo el transcurso de los Juegos como homenaje a los dioses y celebrar sacrificios en su honor.