México volvió a cumplir sus expectativas en los clavados, al sumar dos medallas en los Juegos Olímpicos 2024.
Una de plata en el trampolín de tres metros sincronizados, con Osmar Olvera y Juan Celaya; la otra —de bronce— desde el mismo trampolín en individual, con Olvera, quien festejó estos logros con un emotivo abrazo con Ma Jin, la entrenadora que ha potencializado esta disciplina.
La preparadora de China es la mente maestra de cuatro preseas olímpicas de las 17 que presume México en los saltos.
A las de Osmar se suman la de bronce en plataforma 10 metros, con Paola Espinosa y Tatiana Ortiz, en Beijing 2008; y para Londres 2012 ayudó en la plata que Espinosa y Alejandra Orozco ganaron en la misma prueba.
“Trabajé en el equipo nacional de China, sé cómo trabajan y cómo es el nivel con los muchachos. Aquí falta poquito [para alcanzarlos]”, mencionó.
Esa escuela asiática la aplicó en México desde 2003, cuando se integró en la formación de jóvenes clavadistas que empezaban su carrera, como Espinosa, Rommel Pacheco, Laura Sánchez y Jahir Ocampo, quienes —a la postre— se convertirían en medallistas en distintos certámenes.
Ma Jin tiene claro que “ser directa” es la fórmula para que sus alumnos se hagan fuertes mentalmente y trabajen la técnica.