El Universal
A los salarios castigados que los luchadores mexicanos reciben por sus actuaciones se debe sumar la falta de seguridad social. Consultado porEL UNIVERSAL, ‘El Hijo del Santo’ sostuvo que son pocos los compañeros que cuentan con algún seguro de gastos médicos, ya que los costos que deben desembolsar, sobrepasan lo que obtienen por función.
“Te puedo decir que somos muy, pero muy pocos los que podemos comprar un seguro de gastos médicos. La verdad es que las compañías y los promotores no dan ninguna protección a los luchadores. Es una pena, ya que la lucha libre es un espectáculo con muchos riesgos”, sostuvo el ‘Enmascarado de Plata’.
Para el Santo, quien se encuentra alejado indefinidamente de los encordados debido a una lesión en el cuello, los culpables de las condiciones en la que trabajan los gladiadores son los empresarios, que en su afán por conseguir mayores ganancias económicas, escatiman en gastos médicos y salarios.
“No se paga lo que se le debe pagar a un luchador; los promotores ‘pichicatean’ en todos los aspectos y por ahorrar dejan desprotegidos varios puntos que son importantes, como el cuerpo médico que debe actuar en una función o los propios salarios”, dijo.
El emblemático gladiador sostuvo que en la gran mayoría de las empresas cuando un luchador levanta la voz en pro de sus derechos, es castigado.
“Las empresas manipulan a los luchadores. Los muchachos tienen necesidad de ganar un dinero. Si alguien levanta la voz en la Triple A, pues lo congelan, le quitan la chamba. Yo levanto la voz y me peleo, pero eso es de cada uno de nosotros”, aseveró.
“Los luchadores necesitamos unirnos. Nos falta defender nuestros derechos. Yo me he peleado con todas las empresas porque yo sí defiendo lo mío. Hay compañeros que con tal de salir en la tele regalan su trabajo, no se defienden. Mientras esto siga sucediendo vamos ir de mal en peor. Necesitamos unirnos aunque estemos en diferentes empresas. Es por el bien de la lucha”, externó ‘El Hijo del Santo’.
Además de la ambición de los promotores, el ‘Santo’ denuncia que en la actualidad ya no existe una verdadera autoridad que regule la lucha profesional, pues las comisiones ahora omiten varios protocolos que, desde su punto de vista, afectan al deporte.
“Ya no hay autoridad dentro de la lucha libre, ya no hay comisiones. Tú vas a Monterrey y ahí lucha cualquiera, ya no piden licencias. Yo he peleado mucho por eso, vas a plazas y ya no te encuentras a luchadores, sino actores de la talla de Niurka o Mario Bezares. Ni siquiera tienen licencia”, dijo.
El ‘Hijo de la Leyenda de Plata’ sostuvo que también existen muchos luchadores hechos al vapor, que no tienen los conocimientos necesarios para poder desempeñarse adecuadamente arriba de un cuadrilátero.
“La lucha siempre la he defendido, siempre he peleado para que los luchadores se preparen bien. No sólo se trata de brincar, como últimamente han querido hacer creer. Los luchadores ahora no se cuidan. Las carreras de los luchadores son más cortas, los nuevos luchadores se están haciendo al vapor, ya no les gusta hacer llaves y vienen muchas lesiones. Además, las empresas prácticamente los obligan a luchar con lesiones”, concluyó.
Defienden sus empresas
En contraste, en un sondeo realizado por este diario a diversos peleadores del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), externaron que, en su caso, cuentan con apoyo médico cuando se lesionan, así como doctores para asistirlos ante una eventualidad arriba del ring y de revisiones médicas antes y después de luchar.
“En la Arena México siempre hay una ambulancia lista en cada función afuera de la Arena. Aquí tenemos a un médico interno y a un médico externo, así que estamos cobijados. Ya un accidente en plena lucha, son designios de Dios”, sostuvo ‘Blue Panther’, quien lleva 37 años bajo este personaje.
Miguel Fonseca, jefe de prensa de Triple A, también defendió las atenciones médicas que esta empresa ofrece a sus gladiadores.
“Se le apoya a todos los luchadores ante lesiones. La idea de la empresa es que son parte de una familia. No nada más en lesiones, sino una manera de trabajar. Aquí lo vemos como lo que son, lo más importante para nosotros”, explicó Fonseca.
Hay opciones
Aunque la mayoría de los luchadores denuncia que no hay compañías aseguradoras que les proporcionen servicios, al considerar su profesión de alto riesgo, la empresa Thona Seguros enfatiza que ellos brindan protección a cualquier persona, independientemente de la actividad a la que se dedique. De tal forma que en la actualidad tienen cubiertos a toreros, novilleros y pilotos de automovilismo y motociclismo.
“Nosotros nos ajustamos a los requerimientos de cada cliente. Aseguramos sin importar su actividad, ni su edad. No excluimos a nadie”, declaró Erika Carrasco, ejecutiva comercial de Thona Seguros.
En una cotización hecha para un luchador de 40 años de edad que sube al cuadrilátero tres veces por semana, el monto que debería pagar es de 4 mil 279 pesos al año para estar protegido por cada 100 mil de protección, sin incluir accidentes en entrenamientos ni en los trayectos al trabajo.
Una cloaca
El réferi Reyes Landa Cruz, mejor conocido como el ‘Tirantes’, es una de las voces que advierte de las irregularidades que presenta la lucha libre mexicana y señala a todos los involucrados como culpables.
“Si empiezo a señalar, voy a destapar una cloaca enorme porque todos somos culpables. Ustedes los medios, porque hay luchadores improvisados en tantas arenas que porque son primos de un reportero lo proyectan como si fuera la gran estrella. Porque hay réferis que son primos del empresario y ya suben. El réferi debe ser siempre una autoridad como tal. Los médicos deben de tener preparación exacta, con los instrumentos y lo que necesitan. Los promotores deben de ser responsables y cuidadosos. Por eso las marcas se conservan, porque han tenido cuidado de todo este tipo de circunstancias”, apuntó el ‘Tirantes’.
Reyes Landa no quiso hacer señalamientos específicos en el caso del reciente fallecimiento del ‘Hijo del Perro’ Aguayo, quien perdió la vida el sábado en Tijuana debido a una lesión cervical que sufrió en pleno accionar sobre el ring. No obstante, se animó a compartir sus reflexiones.
“¿De qué serviría hacer señalamientos?… ¿De qué? ¿Regresaría yo al ‘Perro’? ¿Haría yo feliz a su padre o a su madre? Los que se dediquen a investigar, que investiguen. Los que tengan que castigar, que castiguen. Aunque aquí los culpables resultan premiados y los inocentes culpables. Si hay culpables, que las instancias los encuentren. Si no los hay, que no señalen a inocentes”, pidió el célebre réferi.
La ‘Vaquerita’, luchadora del CMLL, fue más enérgica con lo que sucedió con su compañero de profesión. La enmascarada acusó que no todas las arenas de México cuentan con las medidas de seguridad para ejercer su profesión.
“Lamentablemente, hay muchísimas fallas en las arenas. En algunos lugares no hay asistencias médicas adecuadas. ¿Cómo es posible que no hubiera una camilla disponible para él, que no hayan detenido la lucha? La incapacidad del réferi. Él debe de estar consciente, viendo toda la situación.
“Para nosotros que estamos arriesgando la vida, un minuto que se tarden las asistencias es fundamental. Lamentablemente se nos adelantó el ‘Perrito’ y es muy complicado. La mayoría de nuestros compañeros aún no podemos creer la situación”, comentó.
Riesgo al alza
El médico Mario García Orozco, con 18 de experiencia en la lucha libre, sostuvo que la velocidad y las acrobacias que en los últimos años ha adquirido el deporte, sí ha vuelto más riesgosa la actividad dentro de los cuadriláteros.
“La gente siempre quiere algo más, se aburren de lo mismo y ese ‘más’ ahora son los lances. Cuando la lucha evoluciona, las lesiones también”, comentó el doctor.
Sostiene que, con mayor acrobacia, las carreras de los luchadores pueden ser más cortas al presentarse lesiones que van de la mano con la evolución del deporte, pero argumenta que antaño también existieron personajes que tuvieron corta duración.
“En décadas pasadas también varios luchadores tuvieron carreras de dos o tres años, pero en teoría sí porque acabo de ver al ‘Rayo de Jalisco’, al ‘Satánico’, con los que concuerdo que las carreras de los nuevos luchadores por sus acrobacias será más corta”, opinó.
García Orozco subrayó que las herramientas mínimas con las que debe contar el cuerpo médico en un recinto donde se lleva a cabo una función son una ambulancia, un médico, no necesariamente un ortopedista o neurocirujano, pero sí alguien con la capacidad de atender una emergencia.
Desigualdad de género
Rossy Moreno se ha enfundado en la lucha por la igualdad de salarios y trato para el género femenil del pancracio. Admite que aún hay una brecha enorme por detener.
“En la lucha en México existe mucho machismo por parte de las empresas, de los promotores que no nos ven igual a los hombres. Nuestro sueldo es mucho más bajo y nos dan el argumento de que no llenamos arenas, de que no metemos el público que los hombres logran. Pero yo estoy segura que una lucha mía de cabellera por lo menos logra la mitad de la Arena México”, aseguró la gladiadora.
Una de la acciones que ha llevado fue la creación de una fundación, junto a ‘Laddy Apache’, que ayude a los luchadores desprotegidos, sin importar su género, a contar con recursos para que un día puedan apoyar en plenitud con asistencia médica y seguros.
“Desde que yo debuté, hace 37 años, el único cambio en el trato hacia nosotras ha sido en el reconocimiento por parte de nuestros compañeros luchadores, que nos ven igual que a ellos, pues saben que también nos jugamos la vida”, apuntó.
Es adictivo
La vida dentro de los encordados genera una adicción por luchar para los gladiadores. La aventura dentro del pancracio nacional que comenzó para ellos como una forma de ganarse la vida y buscar la fama, termina convirtiéndose en una necesidad.
“Si yo me retiro me muero, no me veo haciendo otra cosa que no sea luchar”, dijo categóricamente ‘Atlantis’.
En ese mismo tenor, ‘Negro’ Casas admite que estar en los enlonados le inyecta vida, sin importar el riesgo que se corre por seguir en esta actividad.
“Cada que me subo al ring, rejuvenezco. Tal vez la lucha libre no me da para vivir, pero me da vida. Eso es lo que hago. Yo creo que eso es lo que me mantiene. Cuando estoy arriba del ring se me olvida mi edad, todo.”