La sorpresiva victoria de los Titans de Tennesse, 20-13, sobre los Patriots de Nueva Inglaterra incrementa las dudas sobre si este es el fin de la dinastía del equipo de Tom Brady, quien dio otro partido para el olvido, igual que lo hizo en la temporada regular.
Brady y el resto de su ofensiva fueron ineficaces. El egresado de Michigan fue una sombra de aquel quarterback que ganó seis anillos de Super Bowl. Se mostró impreciso con sus receptores, falló pases claves, no registró pases de anotación y terminó su actuación con un pase interceptado que terminó en una anotación de Duron Harmon, que sentenció el juego.
La victoria de los Titans no sólo se construyó con las pifias de Brady y compañía, también con un indomable Derrick Henry, quien aplastó a la defensiva de los Pats.