El objetivo principal de los Juegos Olímpicos ha sido estrechar lazos de paz entre las naciones.
Mas no todos los ven así, y pueden resultar un pretexto perfecto para que grupos radicales se hagan escuchar de la manera más violenta: Con terrorismo.
Sobre París, capital de Francia y sede de los Olímpicos 2024, pende la amenaza de ataques.
Michelle Balderas, internacionalista por la UNAM, dice que la situación mundial hace que un acto de ese tipo pueda darse: “Francia ha sido y es importante, no sólo para Europa, sino para el mundo. Es uno de los miembros más importantes de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte]. Un ataque a París desataría la acción de todos los miembros”.
El planeta, en cuestión de paz, no vive su mejor momento y el terrorismo es un mal latente. “Tenemos la invasión de Rusia a Ucrania. El Comité Olímpico Internacional le negó a sus atletas y a los de Bielorrusia, su principal aliado, participar con su bandera, como apoyo a Ucrania. Esto sólo tensa las cosas”, explica la especialista.
En octubre de 2023, “se reactivan los ataques entre Israel y Palestina, lo que hizo que varios países de la OTAN salieran en la defensa de los israelíes”. Y ahí se presenta una incongruencia, “¿por qué el COI ha castigado a Rusia y no a Israel?”.
Además de estos conflictos, “no podemos ignorar a grupos como Hamás [organización paramilitar palestina] y Hezbollah [organización paramilitar libanesa], que tienen muchos infiltrados en todas partes del mundo y aprovechan estos eventos para hacerse notar de alguna forma”.