El Universal
El Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero, se lo confirmó a Ariel Velázquez, reportero de EL UNIVERSAL: el gobierno federal desembolsó 14.5 millones de dólares para firmar, en conjunto con Televisa, el juego de la NFL entre los Raiders de Oakland y los Texans de Houston.
Es el partido que la afición de la NFL en México esperaba. Será en Monday Night Football, lo cual le da a nuestro país otra primicia en la liga deportiva más importante de Estados Unidos: el primer lunes por la noche fuera de su país.
El mensaje en la conferencia de prensa en San Francisco, minutos después de que el comisionado Roger Goodell oficializó el juego en México, fue más bien opaco.
Cuando tratamos de hablar con Yon de Luisa, vicepresidente de Televisa Deportes, se negó a darnos la entrevista; dijo que no hablaría más de lo que dijo en la conferencia. Lo cual no fue mucho.
De Luisa informó que el Azteca necesitará nuevos y más grandes vestuarios para cumplir con los estándares de la NFL y que el aforo del estadio de Televisa se reducirá a 87 mil asistentes.
Ninguno de los conferencistas pudo definir cuánto costarán los boletos del partido o de qué manera se van a repartir las ganancias.
Cuando preguntamos cómo es el modelo de negocio, tampoco encontramos mucha claridad.
“Es todo lo que hace la NFL, todo lo que la hace la oficina de NFL México y la confluencia con el apoyo que se requiere de un estadio, como en este caso el Azteca, más la oportunidad que esto representa para, como lo dijo el secretario De la Madrid, mostrar a México ante el mundo, como lo hemos hecho en otras ocasiones y con otros eventos de manera muy exitosa, específicamente hablando del Gran Premio de Fórmula Uno”, dijo Arturo Olivé, de la oficina de la NFL en México.
Vinieron a San Francisco dispuestos a ofrecer nada de información adicional al anuncio.
Olivé dijo que la Liga, el Estadio Azteca y los Raiders (el local administrativo en este partido) abrirán un registro de aficionados para la venta de boletos, que podría iniciar en julio. Pero por el momento ninguna de las partes tiene idea de cuánto van a costar esas entradas, que seguramente se agotarán rápidamente.
Y quienes no puedan asistir al juego, al menos podrán vivir de cerca la experiencia de la NFL. Es la promesa del Gobierno de la Ciudad de México.
“Esto va a tener un impacto muy positivo para todos aquellos que quieran ir a la Ciudad de México. Vamos a poner un [parque interactivo] NFL Experience muy importante en espacios públicos y habrá muchas otras sorpresas que vamos a conocer en el futuro”, dijo Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte de la Ciudad de México.
México, Televisa y la NFL firmaron un acuerdo por tres juegos, en 2016, 2017 y 2018, y si cada uno de ellos cuesta casi 15 millones de dólares, pues hablamos de una inversión de 45 mdd. Es dinero que ni siquiera la NFL puede despreciar.
El dueño de los Raiders, Mark Davis (el único en el presidium que no hablaba español), dejó entrever que fue muy fácil tomar la decisión de renunciar a un partido en Oakland e ir a jugar a México. Lo único que le preocupa de la Ciudad de México, dijo, es la altura.
Ahora, la larga espera hasta el 21 de noviembre.