El alero estrella de los Cavaliers de Cleveland, LeBron James, jugó los tres últimos partidos de las Finales de la NBA con la mano derecha lesionada y eso pudo ser lo afectase la baja que tuvo en la producción encestadora.
Varias fuentes periodistas indicaron esta noche que la lesión en la mano derecha fue de importancia y se la generó cuando golpeó la pizarra dentro del vestuario después que perdiesen en la prórroga el primer partido por 124-114, disputado en el Oracle Arena de Oakland.
De acuerdo a la cadena de televisión ESPN, la lesión fue considerada una contusión manual, sin que la misma trascendiese fuera del vestuario y de la organización de los Cavaliers.
James tenía dos resonancias magnéticas durante la serie y usaba un yeso suave cuando no estaba practicando o jugando o en presencia de los periodistas.
La estrategia estaba orientada principalmente a no darle ninguna pista a los Warriors sobre su condición física de la que pudiesen aprovecharse.
James anotó 51 puntos en el primer partido, tras anotar 7 de 16 intentos de triple.
Pero ya eficacia ya no fue la misma en los siguientes partidos al combinarse con apenas 5 triples de 19 intentos.
Su distancia promedio de tiro, mientras tanto, pasó de cuatro metros en el primer partido, a tres en el segundo y a algo más de dos en el tercero y a 1,5 en el cuarto, que acabó con 23 puntos, ocho asistencias y siete rebotes en lo que pudo ser su último encuentro con los Cavaliers.
James, de 33 años, se convertirá en agente libre a partir del próximo 1 de julio y son varios los equipos que tienen lista la chequera para conseguir sus servicios, encabezados por los Rockets de Houston, Sixers de Filadelfia, Los Angeles Lakers y los Knicks de Nueva York.