El Universal
Toronto.— Zach LaVine no tiene comparación. El jugador de Timberwolves de Minnesota fue el monarca en el concurso de clavadas del Fin de Semana de Estrellas de la NBA por segundo año consecutivo.
Esta vez no fue tan sencillo, pues encontró en Aaron Gordon, del Magic de Orlando, a un digno rival, a uno que sólo pudo superar tras varias rondas en las que ambos obtuvieron la calificación perfecta (50).
En uno de los duelos de desempate, Gordon ejecutó una clavada menos vistosa. LaVine tomó vuelo, brincó adelante de la línea de tiro de castigo, se pasó el balón por debajo de las piernas y la sumió en el aro con poder. Suficiente para proclamarse vencedor de la justa.
Los triples, con nuevo rey. Klay Thompson, de los Warriors de Golden State, consiguió 27 canastas en la final para consagrarse ante su compañero, Stephen Curry, y al joven de los Suns de Phoenix, Devin Booker.
Curry llegó a Toronto con la encomienda de defender su cetro de triples, pero no pudo con la frenética exhibición que tuvo Thompson y terminó en el segundo sitio.