CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 19 (EL UNIVERSAL).- Aunque la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD) cuenta con el respaldo de la Secretaría de Educación Pública y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), adolece del poder necesario para obligar a los infractores a cumplir con sus fallos.
«Hace falta que tenga mayor fuerza a la hora de imponer sanciones, y para ello estamos trabajando. Nuestra función es velar por la justicia deportiva, buscando siempre ayudar al sistema deportivo mexicano de forma imparcial», explicó Ernesto Meade, titular de la CAAD.
La Ley de Cultura Física y Deporte, explicó, instruye a respetar las resoluciones de la Comisión, aunque no siempre los atletas o dirigentes aceptan su culpa.
«Los fallos deben ser cumplidos por las autoridades deportivas o por los inculpados; no es opcional. Si no lo hacen, incurren en desacato y se hacen acreedores a un castigo», afirmó.
¿A qué sanciones se atienen quienes incurran en desacato?
«Puede ser una amonestación pública o privada, la limitación de apoyos económicos por parte de la Conade, la suspensión de uso de instalaciones deportivas e incluso la suspensión del SINADE y su desconocimiento», agregó Meade, quien dirige la CAAD desde hace seis meses.
El dirigente prefirió no abundar sobre los casos de Antonio Lozano y Carolina Valencia: «La ley no me lo permite, por el momento, porque son quejas que se encuentran en proceso todavía y estoy impedido para hablar hasta que se llegue a una sentencia firme».
Este año la CAAD ha recibido 65 recursos de apelación, que se suman a 35 más que quedaron pendientes de 2016 y a un par de casos de arbitraje deportivo.
«Realizamos investigaciones exhaustivas durante todo el año, siempre siendo sensibles a las necesidades del atleta. Tenemos cinco miembros que son abogados y cada uno de ellos se encarga de vigilar que el proceso se realice de manera correcta. Se debate y se resuelve por unanimidad o mayoría», explicó el dirigente.