Más allá de que puede estar rezagado en diversos ámbitos, con relación al estadio BBVA (Monterrey) y el Akron (Guadalajara), hay una razón por la que la NFL no tiene pensado —por ahora— llevar un partido de temporada regular a un inmueble mexicano distinto al Azteca: La capacidad del Coloso de Santa Úrsula.
Pese a las adecuaciones que se le han hecho, por petición de la propia NFL y la FIFA para sus eventos internacionales, el aforo que actualmente tiene el Azteca es de poco más de 87 mil espectadores, muy por encima de los 51 mil que le caben al hogar de los Rayados, y ni qué decir de los 46 mil que pueden presenciar los juegos de las Chivas.
Mientras no haya un estadio de tamaño similar, no habrá cambios.