Aunque las versiones periodísticas hablan de que los Juegos Olímpicos de Tokio se podrían desarrollar hasta el próximo año o hasta el 2022, lo cierto es que las condiciones contractuales obligan que la Magna Justa se realicen en el 2020 sí o sí.
El COI y el comité organizador tienen la “obligación” de celebrar el evento en el año pactado, una postergación está considerada en el contrato, pero no fuera del año en que se tiene programado.
Un claro ejemplo fue lo que pasó de cara al Mundial de México 1986. La FIFA había decidido que Colombia fuera la sede, pero por la situación política y social del país sudamericano, México entró de emergencia para realizarlo el mismo año.
Si el Comité Olímpico Internacional no cumple en realizar los Juegos en el año pactado entra en vigor uno de los apartados del contrato donde se debe indemnizar a los tenedores de derechos y hasta a los Comités Olímpicos Nacionales por todo lo que han invertido.
Londres se asoma como la principal opción para realizar los Olímpicos si es que Japón se ve imposibilitado, sobre todo por el clima que azotará la zona asiática en cuanto la fecha se acerque más a fin de año.