Un mes antes de que el gobierno chino informara al mundo el esparcimiento del brote de Covid-19, la ciudad de Wuhan —el epicentro de la pandemia— albergó el certamen deportivo conocido como los Juegos Mundiales Militares, en los que se pudo esparcir el virus, según relatos de dos atletas que participaron en éste y que compartieron a EL UNIVERSAL Deportes.
“Salimos a algunas ferias en Wuhan y también a visitar la muralla china en Beijing. Hubo dos cosas que me llamaron la atención”, cuenta la pistolera chilena Yasna Valenzuela. “La primera es que todos los chinos usaban mascarillas. La segunda fue que en Wuhan había poca gente en las calles”.
Wuhan tiene poco menos de ocho millones de habitantes, una población similar a la que tiene la Ciudad de México, según cifras del Inegi.
Valenzuela no es la única que vio comportamientos extraños en la ciudad. El judoca chileno Alex Carter dice que también vio a ciudadanos con cubrebocas.
“Un compañero de equipo de judo enfermó muy fuerte. Tenía fiebre, dolor corporal y de estómago. Yo tuve dolor de garganta muy fuerte durante tres días, con fiebre. Fui al departamento de urgencias que habilitaron en la villa en la que nos hospedaron. Me medicaron y me curé. Sin embargo, pienso que el virus ya estaba cuando nosotros competimos en Wuhan”, relata Carter.
Además de los atletas chilenos hubo otros que percibieron situaciones inusuales en la ciudad, que se asocian con el Covid-19. La voleibolista alemana Jacqueline Brock dijo al periódico británico Daily Mail que sufrió síntomas de la nueva cepa de coronavirus, mientras que el entrenador de boxeo español Diego Uceta dijo al diario El Mundo que “había tenido todos los síntomas”.
Los Juegos Mundiales Militares son un certamen similar a los Juegos Olímpicos, pero limita su participación a los miembros de las fuerzas armadas. A la edición de Wuhan —que se desarrolló del 18 al 27 de octubre del año pasado— acudieron nueve mil 300 atletas de 110 países.
“Es imposible no pensar que varios atletas enfermaron y así se esparció el virus en varios países. Nosotros no supimos del virus hasta que llegamos a Chile. En China nadie nos ofreció una mascarilla”, menciona Valenzuela.