Joel Embiid superó a Giannis Antetokounmpo en el primer partido navideño realizado en Filadelfia en 31 años, al sumar 31 puntos y 11 rebotes para que unos 76ers sumamente certeros con los triples superaran a los Bucks de Milwaukee por 121–109.
Tobias Harris anotó cinco triples, Josh Richardson y Furkan Korkmaz aportaron cuatro cada uno y hasta Embiid encestó tres como parte de los 21 encestes de tres puntos, un máximo de temporada (en 44 intentos) ante unos Bucks que ostentaban la mejor marca de la NBA.
Harris y el dominicano Al Horford encestaron tiros de tres en los últimos 90 segundos para detener una tardía racha de los Bucks. Los Sixers mejoraron a una foja de 16-2 en casa.
Hubo un ambiente cargado de emociones en la arena, donde se esperaba el duelo encabezado por Embiid y Ben Simmons ante Khris Midleton y Antetokounmpo. Los fanáticos, muchos caracterizados como duendes, portaron “suéteres feos” con motivos navideños y levantaron letreros que decían que lo único que querían como regalo para esta fecha era un triunfo de los Sixers.
Se les concedió, gracias a Embiid, quien aprovechó la difusión nacional para jugar como un candidato a Jugador Más Valioso en una dominante primera mitad del partido, lo que permitió a los Sixers tener una ventaja de 21 puntos antes del medio tiempo. Se trata de la mayor delantera previa al descanso por parte de un equipo ante los Bucks de Mike Budenholzer.
Embiid anotó 23 puntos y fue disruptivo en la defensa, limitando a Antetokounmpo a anotar cuatro de 14 tiros de campo en la primera mitad. Los Sixers anotaron 11 triples en la primera mitad e hicieron que los Bucks (27-5) no parecieran contendientes en la Conferencia Este. Embiid se mantuvo firme debajo del aro con los brazos extendidos hacia arriba en uno de los viajes de Giannis a la canasta en transición.
El camerunés recibió el contacto y el griego perdió el control del balón. Fue uno de los seis balones perdidos de Milwaukee antes del descanso.
El coach de los 76ers Brett Brown dijo antes del partido que los Bucks eran la “realeza de la NBA”. Aún tienen un largo camino antes de ser coronados como los mejores del Este.