Cuando Jaime Munguía obtuvo el campeonato superwelter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), lo hizo con la autoridad de su pegada al castigar al estadounidense Sadam Ali.
No sólo porque lo derrotó por nocaut en el cuarto round, también porque conectó el 47.4% de los golpes de poder que intentó, según el portal CompuBox.
Pero según las mismas estadísticas del sitio, el tijuanense ha tenido una marcada merma en cuanto a conectar este tipo de golpes en las cuatro defensas por el título.
En su primera defensa, ante el británico Liam Smith, bajó al 40.8% en ese departamento. Luego, en su siguiente pelea ante el canadiense Brandon Cook tuvo una ligera disminución a 38.7%, aunque lo más llamativo fue que sólo conectó 36 golpes de poder de los 93 que intentó, una cifra muy baja respecto a cuando se convirtió en campeón.
Para el reciente pleito que disputó, ante el irlandés Dennis Hogan cayó hasta 24.1%, el menor porcentaje desde que se volvió monarca de la OMB, y que apenas le permitió ganar por decisión mayoritaria.
Parece que Munguía necesita de su pegada para tener una buena actuación en el ring. Ahora contra Patrick Allotey hoy en Carson la necesitará para mantener su récord invicto.