RÍO DE JANEIRO, Brasil, agosto 20 (EL UNIVERSAL).- Yelena Isinbayeva se fue del atletismo profesional. Lejos de las pistas y cerca de los reproches hacia quien no la dejó participar en Río 2016.
“No me permitieron estar en la pista, todas mis victorias fueron limpias. Lo demostré, porque las pruebas antidopajes dieron negativo. Fui víctima de las circunstancias. La vida es difícil. Vine a Río, no soy jueza ni Dios. Si el presidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (Sebastian Coe) cree que ha hecho algo correcto, está bien. Espero que Dios lo juzgue”, dijo.
“Pasé por cinco controles de orina y dos de sangre. Cumplimos con los criterios. Quería dejarlo claro. El juego no es justo. Debe aplicarse para todos, que la justicia prevaleciera. Los perdono, que Dios sea su juez”, remata.
Isinbayeva ganó dos veces el título olímpico (Atenas 2004 y Beijing 2008), además de haber obtenido el bronce en la pasada justa veraniega de Londres 2012. Buscaba volver a lo más alto del podio en Brasil.