LOS ÁNGELES, EU., enero 17 (EL UNIVERSAL).- Después de la derrota del lunes frente a los Clippers, diversos jugadores de los Rockets habrían invadido los vestidores del conjunto californiano.
De acuerdo con medios locales, los integrantes de Houston y Los Ángeles tuvieron una riña lejos de las cámaras.
Liderados por James Harden (baja por lesión en las últimas dos semanas), un puñado de jugadores de Rockets llegó hasta la puerta, pero elementos de seguridad intervinieron en la bronca.
La NBA se encuentra en investigaciones del supuesto conflicto.
El partido entre Clippers y Rockets fue muy intenso en la duela del Staples Center. Blake Griffin fue el principal provocador para enfurecer al conjunto texano al término del último cuarto.
Griffin intercambió palabras y uno que otro codazo con Chris Paul —en su regreso a la que fue su casa—, Trevor Ariza y Eric Gordon. Hasta el head coach de Houston, Mike D’Antoni, le reclamó a gritos a la estrella californiana por su actitud antideportiva.
El referí se tardó en expulsar a Blake. Fue hasta que éste lanzó el balón directo a la nuca de Gordon que lo mandaron a las regaderas.
La victoria (113-102) de Clippers y los gestos burlones de la quinteta local terminaron con la paciencia de Paul y compañía.
Ninguno de los equipos se han manifestado para confirmar los conflictos dentro de los vestidores de Clippers.
«Nosotros estuvimos donde debíamos: sentados en nuestros lugares. Claro, no podemos controlar al otro equipo», declaró Blake Griffin ante los medios.
Según ESPN, cuando los jugadores visitantes llegaron a la puerta de los vestidores, los Clippers reaccionaron, pero la seguridad del inmueble evitó un problema mayor. Incluso, hay reportes de llamadas telefónicas a la policía de la ciudad californiana por toda la tensión entre los atletas.